La NIA-ES 260 trata de facilitar la comunicación de los auditores con los responsables del gobierno de la entidad auditada intentando conseguir su máxima eficacia, y contemplando los diferentes supuestos en que dichas comunicaciones pueden llevarse a cabo.
Tras una breve introducción en una primera parte, en la que expone la importancia de regular estas comunicaciones, justifica los diferentes motivos a que pueden obedecer y lo que debe esperarse de ellos. En su segunda parte se identifican las distintas clases de comunicaciones que se prevén y los resultados que se esperan de las mismas.
Es en la tercera parte, una de las más importantes en nuestra opinión, en la que se identifican los distintos órganos de la entidad auditada, distinguiendo entre «representantes de gobierno» y «dirección», dado el diferente ámbito de competencia dentro de la entidad auditada de dichos órganos e identificando la «persona de contacto».
Las cuestiones que pueden ser objeto de comunicación están desarrolladas en la parte cuarta, así como la delimitación de responsabilidades, el alcance y momento de realizar las comunicaciones, dificultades habidas en el proceso de comunicación, cuestiones acerca de la independencia del auditor y otras cuestiones igualmente interesantes para el proceso del trabajo de auditoría.
Finalmente, la quinta parte de esta NIA-ES se ocupa del proceso de comunicación indicando sus modalidades, distintas formas de comunicarse y momentos de realizar las comunicaciones.
Palabras claves: comunicaciones, gobierno de la entidad y dirección.