7 razones por las que los contables aman su trabajo
No todo el mundo consigue amar su profesión, algunos obligados por las circunstancias tienen que realizar trabajos que no les motivan, pero que son necesarios para sustentar la economía familiar, también hay quien estudia para una profesión y en cuanto empieza a ejercerla se da cuenta de que esa no es su vocación, y en ese momento, algunos hacen un giro de 360º, vuelven a estudiar y encuentran trabajo de lo que les gusta.
Cuando se comienza a estudiar contabilidad, al principio no es una asignatura que enamore, pero es de esas materias que con el tiempo, aporta una visión de conjunto y de repente todo empieza a encajar y acaba enamorando.
Los contables también tienen que tener una serie de virtudes, una persona desordenada es mejor que se dedique a otra cosa, porque la contabilidad requiere de orden y minuciosidad.
También han cambiado los tiempos, no hace tanto la contabilidad se llevaba de manera manual en libros contables de tapa gruesa y uno de los requisitos para ser buen contable era tener buena letra y agilidad mental con los cálculos. Ahora, los cálculos los hacen los programas contables y nadie le preguntará a un contable en una entrevista de trabajo por su caligrafía.
Sin embargo, otras cualidades son necesarias para los tiempos actuales y futuros, como el análisis de la información contable, el control de gestión, saber parametrizar los programas contables para optimizar su rendimiento y tener conocimientos de modelización financiera.
Pero para los apasionados de la contabilidad hay una serie de razones por las que esta metería les resulta tan atractiva.
La contabilidad es como un puzle en donde todo tiene que encajar
Los asientos contables tienen que cuadrar y la información contable tiene que reflejar la imagen fiel de la sociedad, para lo cual un balance de sumas y saldos puede ser una herramienta fundamental para revisar que cada pieza encaja en su lugar, no queda ningún cabo suelto y la contabilidad está libre de errores. Para aquellos a los que le gusten los retos, el puzle contable puede ser muy atractivo.
La contabilidad es la base fundamental para la toma de decisiones por parte de la dirección de la empresa
Un buen contable puede ser un profesional muy valorado por la dirección de la empresa, ya que su buen trabajo facilita la obtención de conclusiones y la toma de decisiones a los diferentes usuarios de la información contable, entre los que se encuentra la dirección general de la empresa.
La contabilidad es un trabajo de investigación
La mayoría de los apuntes contables que se realizan son rutinarios, pero hay otros en los que los contables o auditores deben investigar su procedencia, la naturaleza de la operación y la integridad del apunte realizado. En el caso de la auditoría contable, la investigación y la detección de errores en la contabilidad es una parte fundamental de su trabajo.
La contabilidad ofrece una visión global de la empresa
Los contables tienen una visión global de la marcha de la empresa, ya que en los estados financieros se puede apreciar la situación en que se encuentra la sociedad en un momento determinado y su evolución en el tiempo.
Aprender contabilidad es como aprender un idioma
Al principio cuesta un poco, pero poco a poco y a medida que se va profundizando en su aprendizaje, se empieza a entender y de repente todo cambia y un día te das cuenta que dominas, ya no solo el lenguaje contable, sino también los secretos de la contabilidad.
La contabilidad también puede ser creativa
Aunque la contabilidad tiene que reflejar la imagen fiel de la empresa, existe cierto margen para algo de creatividad, de manera que hay contables que se aprovechan de vacios legales de la normativa contable y de la posibilidad de elegir entre diferentes prácticas de valoración y contabilización, para orientar el resultado contable en uno u otro sentido, según convenga a la empresa o a sus directivos. En las empresas auditadas los auditores tienen que vigilar muy de cerca estas prácticas para evitar que distorsionen la imagen fiel de la sociedad.
El contable es una persona de confianza
La dirección de la empresa tiene que tener plena confianza en el buen trabajo de sus contables, ya que cuando los administradores firman las cuentas anuales, no están exentos de responsabilidad, si la contabilidad no refleja la imagen fiel y se generan perjuicios a terceros o accionistas. Además la contabilidad es la base para las liquidaciones tributarias de la empresa.
El CEF.- es consciente de la importancia de la formación de un buen contable y ofrece a los interesados en prosperar en esta profesión un amplio abanico de programas formativos en materia contable, siendo los más destacados el Máster en Dirección y Gestión Contable y el Curso de Contabilidad Práctica.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-