La profesión de auditor de cuentas
En junio del año pasado, el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE) promovió la campaña #quieroserauditor para explicar a los jóvenes y universitarios en qué consiste su trabajo y fomentar la vocación universitaria por la profesión que ofrece más oportunidades de absorción de nuevos licenciados de la rama económica y empresarial, así como también constituye el “banco” de talento del que se extraerán buena parte de las cúpulas directivas en las organizaciones de cierto tamaño.
Según el Instituto, la profesión de auditor de cuentas genera aproximadamente 2000 puestos nuevos de trabajo al año, de los que el 70% corresponden a plazas para nuevos licenciados.
La campaña se instrumentó por medio de la página web www.quieroserauditor.com, en la que jóvenes auditores relatan su experiencia en la profesión y las razones que llamaron a su vocación por la auditoría, a la par que ofrece vídeos informativos con las salidas que tiene esta rama, datos interesantes del sector y lo que hay que hacer para convertirse en auditor de cuentas.
Lo cierto es que la sucesión de escándalos económicos en organizaciones que estaban sujetas a control de auditoría por obligación legal, y la consecuente caída en desgracia por condena en sede de la justicia penal de varios auditores, ha generado ciertas dudas en los jóvenes para decantarse por el estudio de la contabilidad certificada.
En entrevista de noviembre de 2014 Alfonso Osorio el entonces presidente de BDO una de las principales auditoras del mundo, salía al paso de las críticas por la gestión de la auditoría de Pescanova cuyo titular era claro respecto al mensaje; “A un auditor es relativamente fácil engañarle si una empresa quiere”.
Para ello se hace estrictamente necesario conocer en profundidad la normativa que atañe a la función de auditoría de cuentas anuales, las normas técnicas nacionales e internacionales que aplican en el desarrollo de la misma, así como las restricciones que en virtud del llamado escepticismo del auditor, se le obliga a mantener una posición de duda permanente respecto al fraude por parte de su clientes auditado.
La belleza de la profesión de auditoría de cuentas radica en la independencia y ética del dictamen de sus profesionales, y esa es la apuesta que realiza el CEF; colaborar para que la auditoría despliegue todo su potencial como herramienta para la recuperación de la confianza en el mercado y entre sus propios agentes, y sobre la contabilidad como vehículo de transparencia.
En el CEF llevamos, desde nuestros inicios, formando jóvenes auditores de cuentas y perfeccionando a los expertos, preparando a nuestros alumnos para atender los requerimientos de los clientes cumpliendo escrupulosamente con las obligaciones que como auditores tienen, y previniendo con todas garantías la hipotética responsabilidad civil y/o penal que pudiera derivarse.
Os invitamos a apuntaros al Máster Profesional de Auditoría de Cuentas de CEF- calificado como uno de los 5 mejores del mercado.
Ricardo Seoane Rayo
Abogado, asesor de compliance, estrategia e innovación.