El consejero y vicesecretario de García Carrión no firma las cuentas de la empresa y presenta después su dimisión
Luciano García Carrión, hijo único de los propietarios del grupo García Carrión y heredero del mismo, evitó firmar las cuentas de la compañía correspondientes al pasado ejercicio, no asistiendo a la reunión del consejo de administración celebrada el pasado 23 de junio en la que se aprobaron las cuentas consolidadas de la compañía, abandonando poco después la empresa y presentando su dimisión como consejero y vicesecretario de la compañía.
Hasta ahora, el consejo de administración estaba formado, además de por Luciano, por su padre y presidente del grupo, José García Carrión, y por su madre, que ocupa el cargo de secretaria del consejo, Rafaela Corujo Díaz.
En el acta de la junta de accionistas, se explica que "todos los documentos (en referencia a las cuentas anuales y el informe de gestión consolidados) fueron debidamente firmados en la fecha de su formulación, mediante diligencia, por la totalidad de los miembros del consejo de administración, con excepción de Don Luciano José García Carrión Corujo".
De hecho, el acta de la reunión, "fue aprobada a su término por unanimidad de los reunidos y firmada por el presidente y la secretaria", en referencia a sus padres y máximos accionistas.
García Carrión, la empresa propietaria de los vinos de mesa Don Simón y del cava Jaume Serra, que se vende a bajo precio, ha entrado en caída libre. La compañía suma ya tres años consecutivos con caída de ventas y desde 2013 ha perdido así un 11 por ciento de todo su volumen de negocio. Su facturación en el último ejercicio se elevó a 671,5 millones de euros, lo que supone un 3,8 por ciento menos que en 2015, según datos de Informa recogidos del Registro Mercantil.
Según se dice, a la reunión acudieron dos socios de la sociedad, titulares de un total de 8.510 acciones, representativas de un 80,97 por ciento del capital social, y un socio debidamente representado, en referencia previsiblemente a su hijo, titular de 2.000 acciones, que representan otro 19,03 por ciento, lo que en total representaba el 100 por cien del capital social.
García Carrión declina atender las llamadas de este periódico para dar ningún tipo de explicación al respecto. Tras la salida de su hijo de la compañía, Rafaela Corujo sí que manifestó, sin embargo, que se "trataba de un tema familiar". Fuentes consultadas por este periódico aseguran ahora que aunque Luciano García Carrión ha evitado rechazar la gestión de sus padres y votar en contra, ha preferido no acudir ni a la reunión del consejo ni a la junta de accionistas.
Estas fuentes explican que el hijo único de los García Carrión mantiene un enfrentamiento con sus padres desde poco antes del verano, lo que le llevó a abandonar de forma repentina no sólo el consejo de administración sino también la propia compañía.
La empresa ha entrado ahora en una situación de máxima incertidumbre porque Luciano García Carrión ha sido uno de los grandes responsables del crecimiento que había tenido años atrás el grupo y de la firma de contratos con clientes de distribución a nivel mundial, algo que puede quedar ahora en el aire.
Fuente: www.eleconomista.es