7 razones por las que una empresa debe tener un buen contable
La figura de un buen contable es, sin duda, un factor determinante del éxito de una empresa, ya que proporciona información relevante para la toma de decisiones, tanto para los usuarios internos, como externos. En las primeras fases del ciclo de vida de una empresa, durante la fase del nacimiento y el principio de la fase de crecimiento, la administración se suele relegar a un segundo plano, hasta que llega un momento en que, como se decía en el eslogan de una marca de neumáticos:
"La potencia sin control no sirve de nada"
En cualquier caso, la figura del contable no debe ceñirse al conocimiento y aplicación del Plan General Contable, debiendo aportar valor en otras áreas afines, sobre todo en las pymes.
Conocimientos que debe de tener un buen contable
Además de los conocimientos de contabilidad, los contables deben saber de:
Finanzas y tesorería. Es habitual que en muchas empresas el contable se ocupe también de la tesorería de la empresa, debiendo tener los conocimientos necesarios para mantener relaciones con la banca, conocer qué tipo de comisiones e intereses aplican y saber los productos que utilizan las entidades financieras para:
- Financiar a las empresas.
- Invertir excedentes de tesorería.
- La realización de cobros y su anticipo.
- La realización de pagos.
Laboral. Para el correcto registro contable de las nóminas y seguros sociales, es conveniente tener unos mínimos conocimientos de laboral, no es necesario saber llevar las nóminas de la empresa, ya que esta es una tarea que en muchos casos está externalizada en asesorías, pero sí entender los conceptos clave en materia laboral.
Fiscal. Todas las empresas de nuestro país son sujetos pasivos, debiendo hacer frente al pago de diferentes obligaciones tributarias. Para el cumplimiento de estas, es imprescindible que se encuentren registradas las operaciones contables que sirven de base para la liquidación de impuestos.
Obligaciones mercantiles. Los administradores de las sociedades deben convocar obligatoriamente una junta general, dentro de los seis primeros meses de cada ejercicio, para censurar la gestión social y aprobar las cuentas del ejercicio anterior. Si bien, la legislación mercantil dice que "el órgano de administración deberá formular las cuentas anuales dentro de los tres meses siguientes al cierre del ejercicio social, que deberán ser aprobadas por la junta general dentro de los seis meses siguientes al cierre del mismo y depositadas dentro del mes siguiente al de su aprobación por parte de la junta", la formulación de las cuentas anuales es una tarea que en la práctica realizan los contables de las empresas, limitándose la junta general a su aprobación. El buen contable estará, de esta forma, al tanto de las obligaciones mercantiles, y deberá haber realizado el cierre contable del ejercicio, antes de los tres meses siguientes al cierre del ejercicio social.
¿Conoces las 7 razones por las que una empresa debe tener un buen contable?
Las razones que aquí se exponen son generales y enfocadas más al contable de una pyme que al de una gran empresa, en donde las funciones pueden estar más segregadas, al contar la organización con equipos de administración más amplios.
- La contabilidad no solo debe ser vista como una obligación mercantil, es una valiosa fuente para la toma de decisiones internas, por lo que un contable que garantice que las cuentas representan la imagen fiel de la empresa es un valioso activo para la sociedad.
- La información contable, además de para su uso interno es utilizada por los socios de negocio de la empresa, principalmente bancos y proveedores. Una contabilidad chapucera será inmediatamente detectada por los analistas de riesgo, y la empresa puede encontrarse con dificultades para acceder al crédito de proveedores y entidades financieras.
- Los errores en la contabilidad pueden tener consecuencias fiscales, pudiendo la empresa enfrentarse con multas y sanciones, si no cumple correctamente con sus obligaciones fiscales.
- Hay que respetar los tiempos. La información contable tiene que estar al día para las liquidaciones de impuestos y cumplir con las obligaciones mercantiles.
- El buen contable, no solo pasa datos, se convierte en un analista, que conoce el pulso de la sociedad. Por él pasan todos los gastos e ingresos y puede detectar y anticiparse a problemas de liquidez.
- Una buena administración y una contabilidad bien realizada y al día transmite confianza y serenidad a todos los estamentos de la sociedad y a los socios del negocio. No es lo mismo que del banco te pidan un anticipo de cierre a un mes dado, y se le facilite de inmediato la información del mes anterior, que se tarde más de un mes en facilitar la información y que las cuentas que se entreguen difieran en tres meses del mes corriente.
- El orden es una virtud de los buenos contables, lo que permitirá que, por ejemplo, en caso de una inspección de Hacienda, se pueda facilitar rápidamente toda la información requerida.
Muchas de estas virtudes se adquieren con la experiencia, pero sin la base de una buena formación es imposible convertirse en un buen contable. Sin embargo, llevar bien una contabilidad y llegar a ser un buen contable está al alcance de personas con estudios mínimos de bachillerato o formación profesional que quieran hacer de la gestión contable su profesión, por ello el CEF.- ha desarrollado el Curso de Técnico Contable que está orientado a las exigencias de las empresas, haciéndolo compatible con la actividad laboral o con los estudios de una carrera universitaria.
En cualquier caso, los conocimientos de contabilidad no deben ser un territorio exclusivo de los contables, siendo conveniente que directivos y administradores, tengan conocimientos básicos de contabilidad, que les permitan interpretar los estados financieros, y saber cómo se formulan.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero (CFO)