7 puntos clave para cerrar una empresa ordenadamente y con el menor coste posible
Una empresa que cierra es como un barco que naufraga, en el caso del Titanic sus compartimentos estancos se llenaron de agua y se fue a pique; en el caso de una empresa, si se queda sin liquidez para cumplir con sus compromisos de pago, también naufragará la aventura empresarial y la empresa se hundirá, quedando abocada al concurso de acreedores que determinará su futuro.
Cuando un barco naufraga, puede hacerlo de diferentes maneras, dependiendo de las circunstancias del naufragio y de su capitán. En algunos naufragios sus capitanes han destacado por su templanza y valor, consiguiendo evitar o minimizar las víctimas, mientras que en otros casos, han sido de los primeros en abandonar el barco, sin tener en cuenta las consecuencias que esto pudiera acarrear y han acabado con sus huesos en la cárcel.
Uno de los más recientes naufragios, con graves consecuencias para su capitán, fue el del crucero Costa Concordia en 2012, cuyo capitán fue condenado entre otros cargos, por naufragio culposo, abandono de la nave y por no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó el accidente.
Volviendo al terreno empresarial, conviene recordar que los administradores no son muy diferentes al capitán de un barco, de manera que responderán frente a la sociedad, frente a los socios y frente a los acreedores sociales, del daño que le puedan causar por actos u omisiones contrarios a la ley, a los estatutos, o por los realizados incumpliendo los deberes inherentes al desempeño del cargo.
Pero el mayor problema al que se pueden enfrentar los administradores lo encontramos en la Ley Concursal, ya que cuando el concurso de acreedores de una sociedad mercantil se califica culpable, esto es, cuando en la insolvencia de la empresa ha habido dolo o culpa grave de los representantes legales de la empresa en concurso, esto puede acarrear sanciones sobre los administradores de la sociedad.
Las consecuencias económicas del coronavirus Covid-19, han situado a muchos pequeños empresarios y trabajadores autónomos, ante el durísimo panorama de decidir si arriesgarse a mantener su actividad o cesar en la misma, para lo cual deben de tener en cuenta todos los aspectos mercantiles, civiles, laborales, fiscales, y sus repercusiones económicas, tanto desde el punto de vista empresarial como personal.
Entre los puntos clave a tener en cuenta, podemos destacar los siguientes:
Cumplimiento de las obligaciones contables y mercantiles
La Ley Concursal establece que un concurso será culpable, entre otros motivos, en el caso de que se produzca un incumplimiento sustancial en la llevanza de la contabilidad, pero también se presume como culpable, salvo prueba en contrario, cuando el deudor o, en su caso, sus representantes legales, administradores o liquidadores estuvieran obligados legalmente a la llevanza de contabilidad y no hubiera formulado las cuentas anuales, no las hubiera sometido a auditoría, debiendo hacerlo, o, una vez aprobadas, no las hubiera depositado en el Registro Mercantil en alguno de los tres últimos ejercicios anteriores a la declaración de concurso.
Identificación de los factores de viabilidad
Para poder determinar si se debe seguir con el negocio, se deben identificar los factores de viabilidad comercial, financiera y organizativa, así como el contexto social y económico. También hay que valorar, teniendo en cuenta estos factores, si el cese de la actividad empresarial o profesional debe ser temporal o definitivo.
Gestión de las emociones
En estos tiempos todo se magnifica y las emociones pueden estar a flor de piel. La decisión sobre si mantener o cerrar un proyecto empresarial, no es una decisión que se deba tomar sin una profunda reflexión y análisis. El conocimiento de técnicas básicas de gestión emocional, facilitarán al empresario, gestionar la toma de decisiones asociadas con el cese empresarial de la forma más eficaz. Técnicas como el Mindfulness pueden ayudar a centrar nuestra mente en la resolución de problemas y controlar las emociones asociadas a esas decisiones.
Trámites y obligaciones administrativas a realizar para cerrar la empresa
Se deben identificar todos los trámites administrativos, laborales, fiscales y mercantiles que se deben dar para el cese de actividad, así como las obligaciones administrativas que deben cumplirse una vez se ha comunicado el cese de actividad, si este es temporal, o tras el cierre definitivo. En materia laboral, es fundamentar conocer los pasos y requisitos para acogerse a los procedimientos de regulación de empleo, ya sean temporales o extintivos.
Plazos para convocar un concurso de acreedores
La Ley Concursal nos indica que se deberá solicitar la declaración de concurso, dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que se hubiera conocido o debido conocer el estado de insolvencia, aunque este plazo está suspendido por el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del Covid-19, por lo que aunque se puede solicitar el concurso de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil, el retraso en la preparación motivado por los inconvenientes que genera el estado de alarma, no ocasionará responsabilidades en el órgano de administración o un perjuicio para la empresa.
Responsabilidad del empresario
Es fundamental identificar y cuantificar los principales riesgos económicos personales, a los que se puede enfrentar el empresario en el proceso de cierre de un negocio.
Financiación y valoración del negocio
Para determinar la viabilidad de la empresa, es fundamental la contabilidad, ya que en ella se detallan los activos y pasivos del negocio, permitiendo identificar los recursos propios que la empresa tiene para afrontar una caída brusca o total de la facturación durante un periodo de tiempo y las necesidades financieras que necesita para afrontarla. El ICO ha puesto a disposición de empresas y autónomos líneas de financiación y avales a las que pueden recurrir, pero hay que realizar un análisis en profundidad sobre la viabilidad del negocio, para que la financiación que se consiga no sirva solo para prolongar la agonía.
Con el objetivo de facilitar la toma de decisiones en el caso de que una empresa deba cesar su actividad, el CEF.- ofrece a todos aquellos interesados el Curso sobre Cuándo Cerrar tu Empresa con el Menor Coste, donde también se estudian las alternativas que limiten al máximo el riesgo patrimonial personal.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Colaborador del CEF.-