¿Cuáles son los principales riesgos financieros a los que se enfrentan las empresas?
El riesgo financiero es la probabilidad de que un evento adverso o las fluctuaciones de determinados mercados financieros acarreen consecuencias negativas pudiendo afectar significativamente a las empresas que, en mayor o menor medida, están expuestas a diversos tipos de riesgos financieros.
El riesgo es algo inherente a la actividad humana, solo aquellos que se arriesgan pueden descubrir hasta dónde se puede llegar, ya que la zona de confort, donde no hay riesgos ni incentivos, puede convertirse en una trampa mortal, tanto para los individuos como para las empresas que, en ambos casos, pueden acabar deprimidos.
Según Terencio (195 a. C.-159 a. C.), autor cómico latino:
"Sin riesgo no se hace nada grande y memorable"
Sin embargo, si bien el riesgo es algo inherente a la actividad empresarial, y por ende la asunción de riesgos financieros, ello no significa que las empresas no puedan utilizar instrumentos financieros de cobertura, como los derivados. Estos instrumentos permiten la gestión y el control de los riesgos financieros, ya que las fluctuaciones de los mercados pueden socavar la rentabilidad y la competitividad de la empresa.
La principal ventaja de la utilización de instrumentos financieros derivados la constituye el apalancamiento que proporcionan para la gestión de riesgos.
Tipos de riesgos financieros a los que están expuestos las empresas
Todas las empresas, en mayor o menor medida, están expuestas a algún tipo de riesgo financiero. Podemos dividirlos en cuatro categorías atendiendo a la fuente del riesgo:
- Riesgo operacional.
- Riesgo de liquidez.
- Riesgo de crédito.
- Riesgo de mercado.
Riesgo operacional. Es, como su propio nombre indica, el vinculado a la operativa propia del negocio, es decir, está vinculado con la ejecución de las actividades propias de la empresa, de manera que engloba una amplia variedad de riesgos, tales como: los relativos al personal, riesgo de inventarios, fraude, riesgo país, etc.
En relación con los riesgos asociados a los cambios en el precio de los productos básicos, las empresas pueden utilizar coberturas sobre materias, que son productos financieros derivados que permiten eliminar o reducir el impacto del movimiento de los precios de las materias primas en la cuenta de resultados.
Riesgo de liquidez. Puede estar asociado a los activos o los pasivos de la empresa:
- Riesgo de liquidez de los activos: implica que disponiendo de un activo y de su voluntad para venderlo, la transacción, o bien no pueda materializarse por falta de liquidez en el mercado, o bien el activo no pueda hacerse líquido en el corto plazo, o bien no se materialice a un precio adecuado.
- Riesgo de liquidez de los pasivos: supone que estos no puedan ser satisfechos en su fecha de vencimiento, o que para hacerles frente el precio no sea el adecuado.
Riesgo de crédito. Está asociado a la posibilidad de que se produzcan impagos en el tiempo y la forma establecidos, lo cual puede suponer pérdida de principales e intereses, disminución del flujo de caja, generación de gastos asociados a los procesos de recobro, etc.
Riesgos de mercado. Hacen referencia a la probabilidad de que se produzca una pérdida de valor de una cartera, ya sea de inversión o de negocio, debido al cambio desfavorable en el valor de los llamados factores de riesgo de mercado. Los factores estándar del mercado son:
- Riesgo de tipos de interés: asociado al cambio en contra de los tipos de interés. Para protegerse contra este riesgo, las empresas pueden contratar coberturas de tipos de interés, que son productos financieros derivados que le permiten eliminar o reducir el impacto del movimiento de los tipos de interés en su cuenta de resultados.
- Riesgo de tipos de cambio o riesgo de la divisa: asociado a las variaciones en el tipo de cambio en el mercado de divisas. Por ejemplo, las empresas importadoras se ven en la necesidad de asegurar el tipo de cambio, frente a las fluctuaciones del mercado, para lo cual pueden contratar seguros de cambio, u otro tipo de coberturas, como derivados o estructurados de divisas, para cubrirse frente al riesgo de tipo de cambio. En relación con los estructurados de divisas, existen diferentes tipos: acumulador simple/doble, forward plus, seguro de cambio extensible, seguro de cambio ajustable, seguro de cambio con barrera desactivante, etc.
Si queremos obtener un precio más ventajoso que con un seguro de cambio y estamos dispuestos a sacrificar certeza sobre el nominal, la contratación de un acumulador de divisas puede ser una buena opción. Un acumulador es una estrategia formada por la combinación de opciones con coste cero, que permite establecer un precio fijo más ventajoso, a cambio de introducir incertidumbre en el nominal, que finalmente se deberá cambiar a dicho precio.
- Riesgo de mercado (en sentido estricto): hace referencia al cambio en el valor de instrumentos financieros como acciones, bonos, derivados, etc.
La gestión de los riesgos financieros es, pues, una necesidad manifiesta que tienen todas las empresas, para lo cual la utilización de derivados como instrumentos de cobertura puede contribuir de manera significativa al resultado de la empresa. En el Curso Monográfico Práctico de Derivados Financieros que se imparte en el CEF.-, donde se incide en el conocimiento y la puesta en práctica de sistemas tradicionales y avanzados, se puede aprender todo lo relativo a los derivados financieros. Pero si se busca una mayor especialización, en el Máster en Dirección Económico-Financiera del CEF.-, se puede aprender hasta cómo contabilizar los instrumentos financieros derivados.
José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero (CFO)